Begur, uno de los pueblos con más encanto de la Costa Brava, esconde un secreto sobre el origen de sus casas indianas y su especial relación con Cuba. En el siglo XIX muchas familias de la zona habían quedado arruinadas por la plaga de la filoxera en la agricultura y la bajada del precio del coral por el descubrimiento de grandes yacimientos en Italia. Muchos hombres jóvenes de la zona decidieron ‘hacer las Américas’ e intentar hacer fortuna en las provincias de ultramar. Cuba se había convertido en el principal productor de azúcar y era una de las regiones más ricas del mundo.
A lo largo del Siglo XIX y comienzos del XX, muchos catalanes que habían emigrado y prosperado en sus negocios regresaron a su tierra de origen y trajeron un estilo propio de su vida en la Cuba colonial. Trajeron nuevas ideas, invirtieron en la industria del corcho y coraleros locales, empezaron a construir ostentosas mansiones que se caracterizan por sus elegantes galerías porticadas, pinturas al fresco con elementos florales, balcones, y artesonados en madera, muy típicos de la arquitectura colonial. Conocidas como casas indianas, sus espectaculares jardines con vegetación tropical y siempre con palmeras para recordar la vida en Cuba.
Estas casas siguen presentes en la actualidad y siguen derrochando estilo y elegancia casi como el primer día. Algunas de ellas han sido transformadas en hoteles, apartamentos, y restaurantes, pero todas mantienen su encanto. El primer fin de semana de septiembre durante la Feria de los Indianos Begur celebra su huella “americana” con exposiciones, conciertos, visitas guiadas, teatros callejeros y una gran variedad de actividades culturales.
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